Atentado en el Manchester Arena

22 personas asesinadas, y 59 heridos, es el balance hasta el momento de la sin razón de una persona que no parece humana, y que también murió al hacerse explotar tratando de causar el mayor daño posible a la salida de un concierto en Manchester la pasada noche. Nada justifica semejante atrocidad. Como cristianos, reafirmarnos en que la conversión del corazón a Cristo es necesaria, pero aún así, este mundo seguirá sufriendo mientras espera la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo. Eso dice además la experiencia de que no es la primera vez, y tal vez no sea la última. Entonces ante esto: ¿Que hacer?

Nosotros en el plano espiritual sólo podemos rezar al Dios de la misericordia que conforte a las familias de las víctimas. También pedimos por las almas de todos esos jóvenes que ya fueron consolados seguramente por Jesús, después de que sus vidas hayan sido interrumpidas de esa manera vil y sin sentido. Y por último, como cristianos, también rogamos por todos aquellos que llevan la violencia y el odio fundamentalista grabado en el corazón, para que dejen pasar la luz de Cristo y comprendan que la violencia y el odio no es el camino.